20.6.13

Los colores de la Bandera y del manto de la Virgen


Los colores del manto de la Virgen se asocian a los de los Borbones. Guillermo Furlong señala que “al fundarse en 1794 el Consulado, quiso Belgrano que su patrona fuese la Inmaculada Concepción y que por esta causa la bandera de dicha institución constara de los colores azul y blanco. El P. Salvaire confirma nuestra opinión al afirmar que con indecible emoción cuentan no pocos ancianos, que al adjudicar Belgrano a la gloriosa bandera de su Patria los colores blanco y azul celeste, había querido, cediendo a los impulsos de su piedad obsequiar a la Pura y Limpia Concepción de María, de quien era ardiente devoto (6) . Estas palabras fueron tomadas de José Lino Gamboa y de Carlos Belgrano, hermano del general, a quien atribuyeron haberse amparado en el Santuario de Luján” (7) . Belgrano juró defender como dogma la Inmaculada Concepción en la Universidad de Salamanca el 6 de febrero de 1793 (8). Otro de los elementos a tener en cuenta, es lo realizado por Bolívar en Caracas, importante foco revolucionario de América del Sur, al igual que Buenos Aires. “Bolívar, como orador en la Sociedad Patriótica, formula una vehemente instigación a la osadía; el 4 de julio de 1811, Peña, ante el Congreso, hizo valer la opinión, ahora revolucionaria, de Bolívar: ¡Detestamos a Fernando VII! El 8 de julio se hizo conocer la ‘Declaración de Independencia de la Confederación Americana de Venezuela: art. 8: ¿Juráis a Dios y a los Santos Evangelios que estáis tocando, reconocer la soberanía y absoluta independencia, que el orden de la Divina Providencia ha restituido a las Provincias de Venezuela ...de toda sumisión a la monarquía española...y conservar y mantener pura e ilesa la santa Religión Católica Apostólica romana, única y exclusiva de estos países y defender el misterio de la Concepción Inmaculada de la Virgen María, nuestra Señora? ‘¿Qué tiene que ver el misterio...? Un periódico caraqueño dio la respuesta al enigma.' El pueblo no apoyaba a los separatistas que se habían escudado en el misterio de Fernando VII. Hubo que recurrir a otro misterio, el de la Inmaculada Concepción, para lograr el consenso del arzobispo y de la sociedad” (9).

Notas (6) Escarella, Antonio, La Virgen de Luján y la bandera de Luján, Buenos Aires, 1930. p. 30 y Luis Trente Rocamora, Las canciones religiosas de los próceres argentinos, Huarpe, Buenos Aires, 1944. pp. 91-92. (7) Rosenbrantz, Eduardo, La bandera de la Patria, Grito Sagrado, Buenos Aires, 1989. (8) De Cuevillas, Fernando Néstor A., ob. cit. pp. 49-50. (9) Parra Pérez, C., Historia de la primera República de Venezuela, t. II, Caracas, 1939. p. 52, cit. por De Cuevillas, Fernando Néstor A., “Los colores heráldicos…”, ob. cit. pp. 34-35.

✒ | Instituto Nacional Belgraniano. "La Bandera, los colores y su simbolismo".
http://www.manuelbelgrano.gov.ar

Los colores de la Bandera y de los Borbones


Antes de ocuparnos de esta postura, debemos interiorizarnos en las banderas que se utilizaban en España. Al unirse Castilla y Aragón surgió la bandera roja y gualda (gules y oro), producto de la unión de los colores dominantes respectivamente en la heráldica de esos reinos (3) . Al comenzar el siglo XVIII, al asumir la dinastía de los Borbones, se reformaron las banderas. Se autorizaron sólo tres y luego dos por cada batallón. Con respecto a los colores, en el reglamento de Felipe V, de 28 de febrero de 1707, se ordenó el uso obligatorio de las tres aspas de Borgoña sobre fondo blanco. Se conservaron leones y castillos y se acantonaron los extremos de las aspas con las armas de cada ciudad, provincia o reino y comenzaron a usarse el azul y blanco de la Casa Real, respetándose las aspas que se habían introducido con Felipe el Hermoso, marido de Juana, hija de los Reyes Católicos. Desde 1734, se ordenaron tres banderas por cada regimiento, todas blancas. La coronela del primer batallón privilegiado llevaba escudo real en el medio y, en su centro, la lis blanca en campo azur. Los otros dos batallones llevaban cruces de San Andrés. Esta estructura militar fue conservada por los Patricios de Buenos Aires. Carlos III, al enfrentarse en las guerras con Francia, que mantenía pendones semejantes a los españoles, dispuso por real decreto de 1785, la vigencia de los colores rojo y gualda en las banderas de los navíos de la Real Armada y en las plazas marítimas, como Buenos Aires. Los regimientos mantuvieron la primacía del blanco, pero debían poseer una única bandera (4) . Los historiadores que sostienen que Belgrano se inspiró en los colores de los Borbones al crear la bandera se basan en que estuvieron presentes en el Consulado, cuyo secretario perpetuo–como bien sabemos- fue Don Manuel Belgrano. Según el Acta de instalación del Consulado la enseña elegida por esa corporación tenía los colores blanco y celeste. Estos colores responden a la banda de la Real Orden de Carlos III, establecida en 1771 por ese rey, quien se inspiró en la túnica y manto de la Virgen en su advocación de la Inmaculada Concepción, declarada Patrona Universal de los Reinos de España e Indias en 1760. La condecoración que se creó para la Orden pendía de una cinta celeste-blanca-celeste, como la banda de nuestros presidentes, colocada desde el hombro derecho a la faltriquera izquierda. En el famoso cuadro de Goya sobre la familia real se observa a Carlos IV usando esta condecoración. Mitre sostuvo a partir de 1878 esta interpretación, basándose en esa pintura, ya que antes había adherido a la tesis que lo relacionaba con el uniforme y penacho de los Patricios (5). Según Ovidio Giménez, Belgrano, quien permaneció en España durante ocho años, no podía desconocer los colores de la Orden de Carlos III y su relación con los colores de la Inmaculada Concepción. Los investigadores que se oponen a esta hipótesis, entre los que se encuentra Patricia Pasquali, sostiene que Belgrano, que pertenecía al grupo más radicalizado de la Revolución –es decir al morenista-, no podía adoptar una postura “fernandista”, cuando se pretendía la independencia de España y sus monarcas.

Notas (1) Cit. en Marfany, Roberto, “Origen de la Bandera Argentina” en Boletín de la Academia Nacional de la Historia, vol. LIV-LV, Buenos Aires, 1981-1982. p. 96. Véase también: Pasquali, Patricia, “Hacer de la Patria, una Bandera. Origen y evolución del símbolo patrio” en Revista Todo es historia. Asimismo esta autora, en nota nº 23 afirmaba: “El escudo de la ciudad de Buenos Aires descripto en ambas comunicaciones parece ser igual al que luce una medalla acuñada en 1811, pues tiene una corona, una paloma, un barco y un ancla. Se ignora quien ordenó su fabricación y se la llama medalla de la Junta, por ostentar la leyenda ‘Viva la Excelentísima Junta'”. (2) Corvalán Mendilaharsu, Dardo, Los símbolos patrios, Academia Nacional de la Historia, v. VI, sec. 1ª, Buenos Aires, 1947. pp. 299-300. (3) “Origen y evolución...”, ob. cit. (4) De Cuevillas, Fernando Néstor A., “Los colores heráldicos del Río de la Plata” en: Anales Nº 11, Instituto Nacional Belgraniano, Buenos Aires, 2005. pp. 37-38. Véase también: Carlos III, Rey, “Ordenanzas de Su Majestad para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus ejércitos”, Secretaría de Guerra, Madrid, 1768. (5) Patricia Pasquali, ob. cit.

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